La primavera es para muchos la estación más bonita del año. El sol por fin empieza a apretar, las aves anidan, las hojas de los árboles se abren y las flores despiertan y llenan de color estos tres meses. Sin embargo, más allá del piar de pájaros y el zumbido de abejas, este resurgir de la naturaleza también viene acompañado en muchos casos de estornudos. Estornudos que, junto con otros síntomas, revelan los numerosos cuadros alérgicos que se producen en este periodo.
Entre sus distintas manifestaciones, la alergia puede provocar sequedad nasal. Hay que tener en cuenta que la nariz tiene diversas funciones, entre las que destaca ser una de nuestras primeras líneas de defensa frente a la entrada de organismos y prevención de enfermedades. “La mucosa impide la entrada de patógenos, ya sean virus o bacterias, y actúa como filtro evitando el acceso de polvo o partículas”, explica María Isabel de Andrés, vocal nacional de Óptica y Acústica del Consejo General de Farmacéuticos.
La especialista detalla que esta mucosa nasal puede humidificar y calentar el aire que entra en nuestros pulmones gracias a que se encuentra muy vascularizada. Por eso, advierte, es tan importante que respiremos por la nariz y no por la boca. No obstante, cuando se alcanza un nivel bajo de humedad en esta zona, “todas estas funciones se ven alteradas y hemos de tratar de recuperar su correcto funcionamiento”, afirma la experta.
Más allá de una rinitis alérgica, la sequedad nasal puede asociarse a otras causas. Juan Enrique Cimas Hernando, miembro del Grupo de Trabajo de Enfermedades Respiratorias de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), señala que, aunque en la mayoría de casos este síntoma se relaciona con afecciones de tipo alérgico, “también hay determinadas enfermedades atróficas en las que bajan las secreciones, no solo de la nariz, sino de todas las mucosas, como las bronquiales o laríngeas”.
La falta de humedad ambiental, los cambios bruscos de temperatura, las calefacciones o el aire acondicionado, la contaminación ambiental, el humo del tabaco e, incluso, los olores fuertes pueden ser también responsables de la sequedad nasal. Asimismo, de Andrés añade que no es extraño que ciertos medicamentos, como antineoplásicos o vasoconstrictores, provoquen también sequedad nasal.
Los especialistas consultados por CuídatePlus indican que los síntomas propios de una nariz seca son:
- Formación de costras o grietas.
- Picor.
- Descamación.
- Sensación de tirantez.
- Congestión nasal en algunos casos.
- Secreciones secas.
Consejos para tratar la sequedad nasal
Para evitar o tratar la nariz seca, un síntoma a veces tan molesto, la miembro de la semFYC sugiere seguir estos hábitos en nuestro día a día:
- Beber alrededor de 1,5-2 litros de agua para mantenerse hidratado.
- Consumir alimentos con un alto porcentaje de agua como frutas y verduras.
- Utilizar humidificadores para reducir la sequedad ambiental.
- Evitar exponerse a temperaturas extremas, así como a contaminantes e irritantes externos.
- Sonarse la nariz suavemente para no irritarla.
- Realizar lavados nasales (mediante suero fisiológico o soluciones salinas de agua de mar).
¿Qué fármacos tratan la sequedad nasal?
En caso de abordar la sequedad nasal con fármacos, habría que valorar antes, lógicamente la causa. “Generalmente, ante un cuadro alérgico puntual en fase aguda, se tratará con antihistamínicos tópicos”, subraya Cimas, quien advierte que no se deben utilizar nunca vasoconstrictores para lidiar con el problema, pues se puede secar aún más la mucosa. Por otra parte, existen lubricantes o hidratantes nasales tanto externos como internos para aliviar la sequedad.
En caso de que los síntomas persistan o no mejoren con el tratamiento empleado, de Andrés aconseja acudir al centro de salud. “Además, si la sequedad nasal está causada por alguna enfermedad crónica (hipertensión arterial, por ejemplo) es recomendable consultar con el médico para que haga una evaluación de la misma”, determina.
Sobre la posibilidad de hacerse una solución salina casera para tratar el problema, la experta asegura que habiendo en el mercado tantas soluciones salinas estériles, con la osmolaridad y pH adecuados, “hacer en casa una solución salina inadecuada es un riesgo innecesario que no se debería recomendar”.
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